Descripción Despertar
Y desperté abriendo mis ojos,
sentándome en el borde de la cama y tan solo logrando identificar una extraña
luz que atravesaba la ventana. Podría pensar que era el sol, una luz de la casa
de al lado o un sinfín de pensamientos, pero mi mente aun dormida estaba. Mis
ojos firmemente clavados en el suelo no reconocían nada más que los colores de
la cerámica; sus patrones, orden, y
distancia entre ellas.
Momentos después mi cuello tubo
la iniciativa de girar y lograr ver con claridad de donde provenía aquella luz,
pero un pensamiento sin sentido atravesó mi mente y toda idea fue erradicada,
el pensamiento no era lo importante, la curiosidad no fue un motor, ni la
pereza una motivación para permanecer inmóvil. Parpadee un par de veces
intentando reaccionar, pero ensimismado y al parecer movido por una extraña energía,
simplemente me puse en píe y permanecí inactivo por un largo rato.
Moví un poco mi cabeza hacia un
costado y segundos después moví mi cuerpo entero. ¡Logre encontrar mi silueta!
una parte en el piso y otra parte en la pared. Pero segundos después todo en
oscuridad volvió a quedar. Seguí mirando fijamente en medio de la oscuridad el
lugar donde ante mi silueta estaba, pero un pequeño resplandor de luz salió de
la nada y comenzó a recorrer la habitación; mis ojos sorprendidos seguían con
rapidez sus movimientos, solo faltaba ponerme a saltar de un lado a otro, como un
gato lo haría, pero no lograba conseguir que mi cuerpo se moviera.
De un momento a otro… la luz
desapareció y me percate del silencio, me encontraba parado en medio de la nada
y con la soledad como única compañía. La tristeza me empezó a invadir, parecía
en un terrible sueño del cual no lograba despertar. Todo estaba oscuro y por
más que intentaba moverme no lo lograba. De un momento a otro, una gota de agua
caía lentamente tras de mí, su sonido aunque generalmente sería imperceptible retumbaba
en mis oídos como un volcán en plena erupción.
Pasaba el tiempo y ya parecía
inerte, el silencio callo hasta mi desespero, la soledad congelo mis
movimientos y el retumbar de la gota de agua había borrado la cordura de mi
ser. Ya todo estaba callado, el silencio reinaba de nuevo, pero yo, seguía
igual, sin movimiento alguno, consumido por la oscuridad y de mí, solo una
lagrima callo, y esto fue el fin de mi despertar…
